La ortodoncia estudia y cuida la constitución, el desarrollo y la posición de las piezas dentarias. En palabras más simples, corrige la posición de los dientes, creando una sonrisa lo más cercana posible a lo que se considera óptima.

Es fácil pensar que las piezas dentarias mal posicionadas son esencialmente un problema solo estético, pero este concepto es erróneo.  Una sonrisa bien cuidada con dientes alineados es ciertamente hermosa, pero es sobre todo una boca sana que transmite bienestar a todo el cuerpo. Sin embargo, cuando los dientes están desalineados, su mala posición se traduce en problemas de masticación y cierre mandibular, que a su vez tienen efectos negativos en todo el cuerpo.

Desde dolores de cabeza hasta defectos posturales, muchas molestias pueden depender de la dentición, de una manera más o menos oculta.

Por lo tanto, cuando un odontólogo diseña un dispositivo y un tratamiento de ortodoncia, realiza una intervención médica mucho más compleja e incisiva de lo que uno podría pensar.

Es cierto que un tratamiento de ortodoncia es mejor comenzarlo en la niñez, sin embargo es también correcto enfatizar que las incorrectas posiciones dentarias también pueden ser tratadas exitosamente en los adultos. De hecho, las soluciones de ortodoncia invisible y mínimamente invasiva son ideales para los adultos.